Un piso de lujo, 101 hombres, 1 modelo de OnlyFans y una impactante controversia en Airbnb que desafía al sistema

La interacción entre alquileres a corto plazo y la fama en línea tomó un giro inesperado cuando la modelo británica de OnlyFans Lily Phillips, de 23 años, alquiló un lujoso apartamento en Notting Hill a través de Airbnb para celebrar un evento que ha desatado un amplio debate y escrutinio. ¿La controversia? Según se informa, Phillips invitó a más de 101 hombres al piso valorado en $1,9 millones para una sesión de contenido para adultos tipo “maratón” que retransmitió en directo en su plataforma de OnlyFans.

A continuación se ofrece un relato detallado de lo que ocurrió, las implicaciones más amplias y las preguntas sin respuesta, junto con pasos prácticos que los anfitriones y administradores de propiedades pueden tomar para prevenir incidentes similares y proteger sus viviendas.

¿Quién es Lily Phillips y qué sucedió realmente en el apartamento de Airbnb en Notting Hill?

Lily Phillips es una creadora de contenido británica en OnlyFans, una plataforma basada en suscripción que permite a los creadores compartir contenido exclusivo con suscriptores de pago. Ampliamente reconocida por alojar contenido para adultos, la plataforma ofrece fotos, vídeos y retransmisiones en directo para diversos públicos.

Lily Phillips alquiló un piso de un dormitorio en el exclusivo barrio londinense de Notting Hill a través de Airbnb. La propiedad, valorada en casi $1,9 millones, es una de las mejor calificadas y cuenta con un jardín privado y una tarifa nocturna superior a $500. Descrita como una de las “casas más queridas” de Airbnb, parecía el escenario perfecto para un evento exclusivo. Sin embargo, lo que los anfitriones no sabían era que Phillips planeaba utilizar el piso para una maratón sexual de 14 horas con 101 hombres, un evento que documentó para sus suscriptores de OnlyFans.

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Tras la polémica, Lily Phillips describió el evento como abrumador pero defendió su decisión, afirmando no arrepentirse. En ocasiones, entre lágrimas, admitió que su trabajo la hacía sentir “robótica”, aunque también reveló planes ambiciosos de intentar un récord mundial con 1.000 hombres en un solo día.

¿Cómo se enteraron los anfitriones del escándalo?

Según los informes, el evento transcurrió sin incidentes. Al terminar la sesión, Phillips dejó una brillante valoración de cinco estrellas y se marchó discretamente. Pero poco después, los detalles de la maratón salieron a la luz en internet, dejando a los anfitriones atónitos al descubrir lo que había sucedido en su hogar.

Carol, una de las anfitrionas, declaró al New York Post que ella y sus coanfitriones no tenían idea de las actividades de Phillips durante su estadía. “Ahora nos hemos enterado de esto”, dijo Carol. “Desafortunadamente, no sabíamos nada de lo que había hecho en el piso, y no había ningún signo de nada cuando se fue.”

Los anfitriones solo se enteraron del evento después de que obtuviera repercusión en línea, dejando a todos sorprendidos y molestos. Aunque Carol prefirió no hacer más comentarios, el incidente plantea preguntas importantes sobre cuánto control tienen realmente los anfitriones sobre lo que sucede en sus propiedades.

¿Cuál fue la respuesta de Airbnb?

Las políticas de Airbnb prohíben explícitamente las reuniones disruptivas y cualquier actividad ilegal o no autorizada, incluido el trabajo sexual, en sus propiedades. La plataforma cuenta con directrices estrictas para huéspedes y anfitriones, advirtiendo que las violaciones pueden derivar en la suspensión o expulsión permanente.

No obstante, en este caso, los críticos se preguntan si los sistemas de monitoreo de Airbnb no lograron detectar una reserva tan riesgosa. ¿Por qué no se detectó este evento antes? ¿Pudieron los algoritmos o procesos de revisión de reservas de Airbnb hacer más para evitarlo? Estas preguntas continúan sin respuesta mientras Airbnb sigue investigando.

No es la primera vez que Airbnb se ve envuelta en controversias relacionadas con creadores de OnlyFans. En mayo, una usuaria de Twitter llamada Alexa se hizo viral tras publicar una captura de pantalla de una reserva en Airbnb—$99 por noche más un recargo de limpieza de $114—con el mensaje: “Tenemos que dejar de usar Airbnb.”

El tweet generó indignación, con más de 23.800 retweets y 211.400 ‘me gusta’, llevando a Airbnb a anunciar una revisión de las prácticas sobre tarifas de limpieza. Lo que muchos no notaron fue que Alexa, actriz de contenido adulto, usó la atención para promocionar su cuenta de OnlyFans, convirtiendo la indignación pública en una ingeniosa estrategia de marketing.

Medidas proactivas que los administradores de propiedades pueden tomar para evitar el mal uso de sus inmuebles

Investigación exhaustiva de los huéspedes

Comunique con los huéspedes antes de aceptar reservas para comprender el propósito de su estadía, especialmente en propiedades de alto valor o de lujo.

Establecer reglas claras en el anuncio

Indique claramente las normas de la casa en su anuncio, como restricciones sobre fiestas, eventos o grabaciones no autorizadas.

Inspeccionar la propiedad tras la estancia

Realice una inspección exhaustiva después de cada reserva para identificar rápidamente cualquier signo de uso indebido o daños.

Responder rápidamente a señales de alerta

Si observa comunicación poco clara, reservas de última hora o información inconsistente del huésped, no dude en ponerse en contacto con Airbnb para aclarar o recibir asistencia.

Utilizar monitores de ruido

Instale dispositivos compatibles con la privacidad, como sensores de ruido, para detectar actividades inusuales sin violar la privacidad de los huéspedes.

No confiar únicamente en las críticas positivas

Las opiniones positivas pueden ser útiles, pero no deben sustituir una verificación adecuada; cruce las reseñas con la comunicación con los huéspedes.

Vacíos no resueltos en la controversia y la necesidad de una responsabilidad colectiva

La historia en torno a este incidente sigue siendo algo confusa, con detalles clave ausentes o que generan más preguntas. Este evento, que involucró a más de 101 participantes, pasó inadvertido. ¿Lily Phillips pudo eludir estas salvaguardas por brechas en el sistema o la reserva fue tan discreta que no fue detectada en absoluto? Para aumentar el misterio, ni los anfitriones ni el personal de limpieza reportaron señales de uso indebido, y los vecinos, que podrían haber notado mayor flujo de personas, al parecer no se percataron de ninguna actividad anormal.

Aunque resulte tentador culpar a Airbnb o al modelo de alquiler a corto plazo, estas plataformas han facilitado innumerables reservas responsables a nivel mundial. En cambio, este caso pone de manifiesto la oportunidad para que todas las partes implicadas—plataformas, anfitriones y comunidades—mejoren colectivamente las medidas de protección.